sábado, 17 de agosto de 2013

de deseos, fetiches y realidad



Todos concordamos en lo intrigante de una fantasía, y si esa fantasía es acompañada de una mujer en forma de pareja, ésta se torna aún más deseable así como inalcanzable… Esta historia se forja desde los años mozos del despertar del éxtasis hasta el momento actual donde el clímax se vive de forma más espontánea y sincera…
Hay películas que a uno lo marcan como joven adolescente, sobre todo cuando adolece de la necesidad práctica de sentirse macho alfa, la clásica imagen de la mujer desnuda con la camisa celeste es de las primeras, te incita a pensar inmediatamente en que habría llegado a suceder para que ella solo tuviese la camisa de uno, en ver la silueta de ella tapada con algo propio y obvio tener que quitársela,  mal que mal la camisa es de uno…
Otra de las imágenes mentales que uno tiene en ese crecer es el baby doll negro, no sé por qué de negro en específico, supongo que es un sinónimo de la maldad que sucederá, o simplemente el hecho de sentir que no habrá limites desde verla en adelante, si esto viene con cabello negro largo y una parada de inocencia…  diooos ….  Mucho mejor…
Cuando uno es joven el repertorio musical que uno usa es variado y es usado también para acompañar una cita romántica, es decir, una canción como more tan words de extreme bailada con la mujer que amas es de por si afrodisiaco, si a eso le sumas una canción determinada y el baile erótico de ella, la imagen se completa… la canción no debe ser ni lenta ni rápida, una mezcla de jazz y blues suave que haga de sus movimientos algo sensual y a la vez creativo para dar tiempo a la imaginación en todo lo que puedes hacer con el cuerpo maravilloso que te baila…
El látex es un fetiche fantasioso de todo nerd que creció alejado viendo superhéroes luchar por la justicia, y si, es de justicia que uno tenga una mujer a la que ame, por lo que el latex o disfraz de gatubela es parte del sentimiento restringido que uno le debe a ese joven que creyó por momentos que nunca encontraría al amor de su vida…
Dentro de las posiciones que uno ocuparía en un determinado momento están desde las simples a las más rebuscadas, ahí el Kama Sutra tiene su índice, pero las clásicas son de pie y levantarla y así mostrar dominio absoluto de la situación, piernas en los hombros, el numero sesenta y nueve, de espaldas con sus manos sobre una mesa, posición buda, lugares o artefactos pueden haber muchos, desde la cocina, una ducha, pasando por champaña, crema y frutillas en el ombligo de ella, o helado de chirimoya alegre haciendo huellas en el camino a la felicidad….
Existen también algunos “artefactos” que hacen volar la imaginación, lentes para aquellos que aman a esa intelectual, blusa blanca y falda relativamente justa para esa ejecutiva que pretendes dominar en la cama, ese jumper o uniforme de colegiala para aquellos que tuvieron una decadente adolescencia, la cola de caballo en el pelo que solo sueñas con desarreglar, las botas vaqueras que sueñas con tenerla desnuda  al lado tuyo pero con sus “botas puestas”, etc.
Muchos me preguntaran ¿y el trio cuándo? Sí, es parte de un fetiche, pero solo aplicable en dos situaciones: o estas soltero y pasan a ser un trofeo, o estas comprometido y tu relación sexual está en decadencia, de otra forma solo piensas en ella y hasta lo más básico es excitante con ella…
Fantasías siempre habrán, pero más si estas con la mujer indicada que hace aflorar tu creatividad, y a la vez hace de lo más sencillo algo orgásmico, hoy ya maduro estoy en pareja, con la mejor polola del mundo, y es verdad, muchos de los fetiches los mantengo, y ella está dispuesta a cumplirlos todos, pero saben algo, solo entre nosotros, mi mayor fetiche ha sido ella, solo ella, y mis niveles sexuales los ha acrecentado a tal nivel que en momentos me cuestiono si siempre fui nerd, o siempre fui un rockero en gira, con ella, sencillamente no hay límites, con ella, cada mirada es un fetiche diferente…

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